domingo, 15 de diciembre de 2013

Escapada a Valladolid: tierra de uva y castillos

¡Venga hombre que es domingo! No me diréis que os habéis pasado en casa el fin de semana sin salir...que vale que haga frío pero hay mil cosas ahí fuera esperándonos. ¿Qué os parece conocer cómo funciona una bodega, y luego tomarnos unos vinitos con queso? Pues eso fue exactamente lo que hice ayer con mi familia.

Había ido antes a una bodega, concretamente a la de González Byass en Jerez de la Frontera, que conoceréis sobre todo por "Tio Pepe". La experiencia fue muy buena, y quise repetir, ya que algún día querría hacer catas y volverme una entendida en el tema :p.  Después, de manera totalmente improvisada nos dirigimos a Medina del Campo a ver el Castillo de Mota tras comer en Rueda, pueblo donde se encontraban las bodegas.

¿Por qué Rueda?, Rueda en un pequeño pueblo de Valladolid conocido por sus vinos, tanto por su denominación de origen como por su gran cantidad de bodegas, e Yllera es una marca reconocida en este país tanto por sus tintos, sus verdejos como por sus espumosos, y teniendo en cuenta que es mi apellido (Illera)... pues siempre me había picado la curiosidad.

Reservamos la visita por teléfono, sin paquetes de experiencia de la Vida es Bella u otras marcas, y resultó ser más barato, incluyéndonos la visita a la bodega industrial y otra antigua, de uso turístico, y culminando con una degustación de un blanco y un tinto. El precio por persona fue de 7 euros, y había posibilidad de quedarse a comer dentro de la bodega antigua.

En la bodega industrial nos explicaron los diferentes procesos que llevan a transformar una uva en vino, y cuales eran las diferentes categorías de vino. También nos dijeron que el vino tinto de Yllera tiene diferentes procedencias y por eso no se puede catalogar en la denominación de origen Rueda, no ocurre lo mismo con algunos de los vinos blancos.
Ya en la segunda visita nos guiaron por dentro de la bodega más vieja, que almacenaba el vino de todo el pueblo hasta que en los años 90, debido a un incendio, pasó a ser exclusivo de la familia Yllera, y a tener un fin turístico. Una manera original de darle salida fue relacionar el laberinto interno con la mitología griega y la historia del minotauro, y cada vino y sala con los personajes que intervinieron en dichas aventuras.




Considero que esta primera excursión fue de gran interés, tanto por el recorrido como por las explicaciones de la guía, que sabía bien de lo que hablaba y conocía cómo funciona la industria. Eso sí, hay que ir bastante abrigado, y es recomendable ir con mejor tiempo pues Valladolid es un infierno helado, y esto no hizo si no empeorar cuando decidimos marcharnos a Medina del Campo.
La zona de Rueda y Medina del Campo muy animada no es, más bien parecen pueblos fantasma, y cuando tratas de encontrar sitio para comer te das cuenta de que los restaurantes están abiertos sólo para ti.

Del Castillo de Mota no tengo mucho que decir, fue uno de los castillos fortalezas más importantes del medievo en Europa, y en él fallecería Isabel la Católica. En mi opinión no merece la pena pagar por entrar pues las estancias a las que se puede acceder son las mismas con la excursión contratada que sin ella. Cierto es que tienes opción a bajar a las galerías subterráneas y también te enseñan unos yacimientos de la Etapa de Hierro encontrados en el recinto, pero la verdad es que todo el mundo esperaba más. Esta confusión se debe a que el castillo fue restaurado y algunas de las estancias fueron transformadas en el siglo XX en salas de formación para los funcionarios de la Junta de Castilla y León, lo que resulta muy decepcionante. Sin embargo os invito a que lo visitéis ya que es gratis, y es un lugar muy importante de Castilla y para la historia de España.
Mi recomendación es que si queréis visitar un castillo, palacio, etcétera, os enteréis antes de qué incluye la visita y con qué os vais a encontrar, no vaya a ser que deseéis no haberos levantado del sofá.
Cualquier comentario será bienvenido. ¡Nos vemos!