Agua es un precioso cortometraje dirigido por Deepa Mehta que nos relata la vida de la pequeña
Chuyia, que con tan sólo 8 años es obligada por sus padres a concebir
matrimonio con un hombre que se encuentra a las puertas de la muerte. Es
tradición en la India que las viudas se recluyan en una casa, exclusiva para
mujeres que han perdido a sus esposos, llegados a este punto, olvidarán las
pocas libertades que pudieran tener. Los libros sagrados contemplan otras dos opciones, el casamiento con el hermano menor del difunto, o que la esposa del mismo arda con el cuerpo de su marido. Ante tal destino, los distintos personajes
con los que se encuentra la niña, reaccionaran de maneras muy diversas, que
determinarán a Chuyia en su futuro.
La película se sitúa en 1938, momento en el
que en el que Gandhi liderará el movimiento insurreccionista por la
independencia de la India de la corona británica, este componente añadirá un
trasfondo histórico a la obra, y se verá relacionada con la trama. Este hecho será muy importante porque supone un acercamiento entre las diferentes castas por un bien común, la libertad.
No recuerdo cómo llegué a conocer esta película, creo que un profesor
nos la puso en clase en Bachillerato, el caso es que hoy por hoy no he
encontrado un film que me resulte más dramático, y sí, podría decir que es una
de mis favoritas, si no la que más. La recomiendo encarecidamente (pese a que
se hace un poco lenta), pues nos acerca a una realidad que aunque parezca
lejana y obsoleta, es una tradición que podemos seguir encontrando en muchas
partes del subcontinente indio.