lunes, 30 de junio de 2014

Barcelona, imprescindible conocerla

Hola de nuevo, ya llega el verano y es tiempo de vacaciones, qué mejor momento de animaros a viajar contándoos mi paso por esta bella ciudad. Había ido a Barcelona con anterioridad, pero era tan pequeña que no tenía recuerdos aunque sí muchas fotografías, y ya era hora de volver para poder degustar la experiencia. Esta Semana Santa decidimos quedarnos en España y recorrer Barna de principio a fin en cuatro días, y creedme cuando digo que tan sólo una mañana, con buena organización y paso ligero se ven la mitad de las cosas.

Desde muy niña he sido una apasionada de Gaudí, y son varias las ciudades y edificios diseñados por este arquitecto que me han motivado a conocerlo en profundidad. El Capricho en Comillas, el Palacio Episcopal de Astorga y la Casa Botines de León, son algunos lugares representativos del artista que ya había visitado, pero es sabido que la cuna de sus obras es Barcelona, así que a ¿qué esperamos?




Otras razones para regresar a Barcelona son el olor del mar en una terracita en la Barceloneta, la ingente cantidad de edificios emblemáticos que podemos descubrir en diez minutos de paseo por las ramblas, paladear la gastronomía catalana y los excelentes vinos del Penedés en el mercado de la Boquería o en la plaza de toros de Montjuic, y así un sinfín de motivos.

En este post os explicaré la mejor manera de conocer Barcelona para que aprovechéis al máximo vuestra estancia sin dejar de lado la vida nocturna o que tengáis que despertaros con el canto del gallo.

***Consejo número 1: Comprad la tarjeta Hola Barcelona para usar el metro, autobuses y tranvía a un precio razonable. Si lo hacéis online os beneficiáis de un 10% de descuento, independientemente de la duración del viaje, podréis recogerlas en la estación de Sants.


***Consejo número 2: Si vais en tren tomad el primer AVE por la mañana, los precios son bastante más económicos y aprovecháis el día llegando allí a las 9:20 am.

***Consejo número 3: Lo más probable es que vuestro hotel esté situado en la Diagonal, que es la avenida más larga de Barcelona, pero tened en cuenta la distancia con la parada de metro más cercana y las líneas de autobuses que circulan por la zona para no tener que daros el palizón a patita todos los días.

Nosotros reservamos en el Hesperia Presidente a un precio muy competitivo, un hotel de cuatro estrellas, con habitaciones muy cuidadas y un buffet elaborado para el desayuno, por lo que lo recomendamos sin dudarlo. Se encuentra a 8 minutos del metro Diagonal y tiene buena conexión con las líneas de autobus, que pueden llevaros a Sants,o a la Sagrada Familia entre otros lugares.



Día 1:
Aprovechando la cercanía de nuestro hotel en el metro Diagonal, nos dirigimos a la Pedrera, ya que habíamos comprado unos tickets para observar desde la azotea toda la ciudad, es un sitio singular e irrepetible que merece la pena, y preferimos esta opción a visitar la Casa Batlló. Dentro del edificio pueden recorrerse diferentes estancias con el mobiliario típico de principios de siglo XX, así como maquetas de diferentes obras de Gaudí. Aunque la entrada comprada por Internet tiente una hora fijada, es orientativa, podéis pasaros antes y adelantar.



A sólo dos paradas de metro se encuentra la Sagrada Familia, que me tenía bastante intrigada y me dejó con muy buen sabor de boca, esta basílica destaca por sus grandes vidrieras que irradian de luz y color, o sus detalles modernistas, enigmáticos para cualquiera, convirtiéndolo en un espacio singular y mágico. Si compráis las entradas por Internet mejor, pero eso sí, esperar toca esperar colas en cualquiera de los casos. Aunque es uno de los focos de interés más importantes de la ciudad y todo el mundo ha visto alguna fotografía, quiero dejaros un timelapse magnífico que os emocionará si sois un poco aficionados a la Historia del Arte:



Para desconectar un poco decidimos acercarnos al puerto para sentarnos y descansar en el muelle, donde mucha gente pasea y toma el sol, por el camino vamos encontrándonos sin saberlo infinidad de rincones que planeabamos visitar más tarde, y es que a cada paso por la rambla conoces un poco más la historia de Barcelona. A la derecha el mercado de la Boquería, el Teatro Principal y el Teatro de Liceo, a la izquierda el Museo Erótico y el variopinto bar El Bosc de les Fades, y al fondo el monumento a Colón señalándo al Mediterráneo. Ahora es tiempo de volver al hotel, y quizá tomar algo por la noche.


Día 2:
Este era el día para conocer otro de los enclaves modernistas, pero de otro arquitecto, el espectacular Palau de la Música Catalana de Lluís Domènech i Montaner, sin duda el lugar que más me ha impactado, pese a que muchos turistas puedan desconocerlo. Está reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y es tan impresionante por fuera como por dentro. Si bien la Sagrada Familia tiene mucha vida con sus vidrieras, el Palau es una explosión de color por su trencadís en las columnas y esculturas y la más preciada joya, la claraboya del techo de la sala de conciertos. Este recorrido es un must ya que incluye una visita guiada muy completa y podéis deleitaros con una pieza musical de órgano. Cada estancia es un regalo para los ojos que marcará un antes y un después en vuestra estancia en la ciudad.




Para continuar antes de comer nos quedamos por la zona, y andando un poco nos topamos con el Barrio Gótico, elegante y medieval, con su majestuosa Catedral, y la Basílica de Santa María del Mar.





Nos marchamos a la Plaza de Cataluña a comer algo rápido, y como en Barna todo queda a tiro de piedra, nos marchamos al mercado de la Boquería a tomarnos un smothie de frutas, atestado de puestos de este tipo, sin dejar de tener tiendas con productos curiosos como estos de las fotos.




Día 3: ¡Vámonos a Montjuic! Esta zona de Barcelona tiene unas vistas tremendas, como las ideas de ocio que se nos ocurren. Se puede visitar la Plaza de Toros de las Arenas, convertida en un centro comercial colosal y muy atractivo, sobre todo porque desde su azotea podemos comer y disfrutar del skyline de Barcelona, es una buenísima opción si no queremos gastar dinero en subir al teleférico o a la Pedrera.

***Esta es una buena ocasión para probar la gastronomía catalana, os recomiendo ir a La Botiga y tomar una copa de vino ecológica del Penedés con Pa de coca amb tomàquet (¡no se dice pantumaca!) para abrir boca, y continuar con Crema de carbassó amb iogurt grec i pipes de carbassa (crema de calabacín con yogur griego y pipas de calabaza), seguido de Arròs de muntanya amb botifarra, bolets i verdures (arroz montañés con butifarra, setas y verduras), o bien Pollastre de pagès farcit de brie, cuit a baixa temperatura amb salsa de foie (pollo del payés con brie y salsa de foie). Aunque cualquier elección que toméis será buena, porque viniendo de este restaurante será una delicatessen.





Completamos la visita a Montjuic con la subida hasta el Museu Nacional d´Art de Catalunya -tranquilos que hay escaleras mecánicas-, y ver la fuente mágica. Hay muchos lugares para pasear, tenéis cerca el Pueblo Español, un parque temático con reproducciones de diferentes pueblos de España y sus monumentos. En mi opinión sólo deberíais ir si vais a Barcelona por una semana, ya que quita mucho tiempo y no es algo "primordial".

Para cambiar de aires y poder sentarnos en el césped al sol a cargar las pilas, el mejor parque es el de la Ciutadella, próximo a la Villa Olímpica, y a un paseo de quince/ veinte minutos desde la playa. Al lado del parque está el zoológico, interesante, pero de nuevo no está entre nuestras prioridades conocerlo.

Dentro del parque resulta variopinto encontrar el Castillo de los Tres Dragones, una fuente enorme con esculturas, también de dragones, y gran vegetación, que le da un aspecto tropical con sus palmeras y aguas verdes. Además hay una estatua de un mamut, un invernadero, y muchísimas otras figuras.
Este oasis de paz y tranquilidad siempre está atestado, y también hay espacio para actividades deportivas y creativas, podemos encontrar pintores, teatros de marionetas, malabaristas o una batucada.

Si aún os quedan fuerzas para caminar, a la salida, en línea recta, os toparéis con el Arco del Triunfo.





Día 4: Una visita rápida y de vuelta a Madrid. Para la mayoría de los turistas el Parc Güell es un lugar indispensable para recorrer, pero en mi humilde opinión, no tan necesario, ya que se hace imposible ver lo más representativo del enclave sin estar agobiado por la muchedumbre, y si queréis pasearos por allí sin pagar la entrada no veréis gran cosa. Nosotros dimos una vuelta rápida pero no conseguimos ver demasiado, por lo que decidimos terminar nuestra estancia regresando a las ramblas y pasándonos por el Bosc de les Fades a tomar un vino "express". La decoración nos hace imaginarnos en un cuento de hadas como bien dice su nombre, pero se ha convertido en un local tan famoso que acaba siendo agobiante intentar tomar algo rodeado de turistas y fotógrafos amateur. Está bien pasarse para echar una ojeada, pero quizá no es el mejor bar para sentarse a beber un refresco.



Con esto termina nuestro periplo, y en resumen quiero deciros que:
1- No dejéis de visitar el Palau de la Música.
2- Para disfrutar de la panorámica no necesitáis gastar dinero, podéis ir a Montjuic.
3- Os ahorraréis en tiempo, dinero y decepciones si evitáis topicazos como pasar por el Parc Güell, subir a ver el puerto desde el monumento de Colón, o entrar a la Sagrada Familia, que si bien es cierto, ningún otro lugar se le asemeja, particularmente para mí, es demasiado caro para sólo acceder al interior sin participar en una visita guiada (14.8 €).


En fin, disfrutad del veranito, y disfrutar de Barcelona, que es un lugar que lo vale y mucho. Si ya la conocéis, ¿cuáles son vuestros lugares favoritos? ¿Sabéis de algún lugar original, creativo, o quizá diferente? Espero vuestras respuestas :).



PD: Por último quiero dejaros una curiosidad acerca de Barcelona, ¿sabíais que alberga un museo de carrozas funebres? Pues ya sabéis a dónde voy a ir la próxima vez que vuelva.


¡Hasta la próxima! ¡Adeu!