El día 28 haría un año que
paseara por las calles de París bajo unas nubes grises que no me querían dar el
gusto de ver la nieve caer. Lo recuerdo como un viaje de desconexión, como
siempre, puesto que para mí volar es la mejor manera de relajarme frente a la
rutina y los problemas cotidianos. Sin embargo, recuerdo París más como la
ciudad de las sombras, y no la ciudad de la luz…pero supongo que en esa
temporada del año, y tras los atentados de Charlie Hebdo, la atmósfera no era
precisamente la más romántica.
En cualquier caso, fueron muchos
los momentos a guardar en la memoria, y el escenario daba mucho de sí para
fotografiar, así que me pateé las calles con el objetivo en mis manos cortadas por
el frío de buscar la postal perfecta, eso sí, con una gran sonrisa.
Aprovechando el festivo de Santo
Tomás de Aquino a finales de enero y tras los exámenes, la idea fue partir el
28 de enero y volver el 2 de febrero. Si bien las caminatas y jornadas de
turisteo se hicieron interminables, siempre sabe a poco, y fueron tantos los
lugares que se perdieron en la lista de prioridades, que habré de volver a
pisar suelo francés.
Partiendo de la decisión ahorrar tiempo/ dinero, elegí
volar con Easy Jet hasta Charles De Gaulle, y en mi caso lo barato sale caro,
porque tuve problemas con la facturación, pero esto daría para otra entrada.
**Para llegar hasta el hotel tomé un tren lanzadera,
y para moverme por la ciudad compré un ticket de 10 viajes para el jueves y el
viernes por 12.70€, y un ticket para el sábado y otro para domingo con viajes
ilimitados para menores de 26 años por 3.75€/día.
**Si eres mayor de esa edad la mejor opción es comprar
un Paris Navigo de 1 semana para lo que necesitarás llevar foto de carnet, y te
costará 29.85€.

Por el contrario, me moría de
ganas de ver el Museo de Orsay con esa estructura de acero y cristal, mucho más
atractiva al ojo que otros viejos iconos… o las catacumbas, con esas galerías
lúgubres pero cálidas tan enigmáticas, pero tan poco fotogénicas por la
humedad.
Como es costumbre aquí os dejo
los recorridos que hice con una pequeña crítica y anotaciones que creo son de
interés si pensáis ir a la capital de la France.

Ya a mi vuelta a Madrid, descubrí
que la zona tenía mucha historia detrás encubierta, de esa que tanto me gusta.
Particularmente, la calle del hotel es una antiquísima vía de acceso a Paris,
de hecho, no muy lejos de allí se encuentra el Parc Montsouris, en el que
podemos encontrar una parte de lo que fue “La petite ceinture de Paris”. Este cinturón
ferroviario que rodeaba la ciudad empezó a entrar en decadencia en los años
treinta y desde 1990 se encuentra abandonado, dando paso a la vegetación entre
graffiti y graffiti.
Aquí tenéis un video que aunque
no es explicativo, os puede dar una idea de por qué me muero de ganas de pasar
una tarde entre los raíles, y es que ofrece tantas posibilidades para
fotografiar, que da escalofríos:
https://www.youtube.com/watch?v=53r2msxqyJY
Y aquí la info del hotel:
http://www.booking.com/hotel/fr/pavillonroyalemontsouris.es.html
Tras esta introducción, ¡vamos
con el recorrido!
Día 2: jueves
29 de enero
Menos mal que una con los años va cogiendo experiencia y
se hace más prudente, de milagro no acabé con hipotermia, y es que si miramos
un plano de París, las distancias nada tienen que ver con las que encontramos
en ninguna ciudad de España. Por esto mismo, tanto con frío como con calor,
debo recomendaros que estudiéis la posibilidad de usar el metro entre monumento
y monumento, o acabaréis creyendo que se trata del Camino de Santiago.
La idea, no tan descabellada, era salir del Arco del
Triunfo en dirección a la Torre Eiffel, pasando previamente por los Campos Elíseos,
la Plaza de la Concordia y cómo no, el Puente de Alejandro III. Creedme cuando
os digo que se tardan 4 horas en hacer la ruta, entre la lucha con el paraguas
y la cámara y resguardarse en una creperie ayudados por un chocolat chaud. No
puedo poner más pegas porque apenas había turistas por la calle disfrutando del
apacible día (…).
Las fotografías quedaron preciosas, pero el frío que pasé no se lo deseo a nadie, aquello parecía París (Pekín)-Express, sólo me faltó hacer autostop.
Las fotografías quedaron preciosas, pero el frío que pasé no se lo deseo a nadie, aquello parecía París (Pekín)-Express, sólo me faltó hacer autostop.
He aquí la mini nota informativa de los monumentos:
Arco del Triunfo
Metro: Charles
de Gaulle - Etoile, líneas 1, 2 y 6.
RER: Charles
de Gaulle - Etoile, línea A.
Autobus: líneas 22, 30, 31, 52, 73 y 92.
Autobus: líneas 22, 30, 31, 52, 73 y 92.
Plaza de la Concordia (Entre los Campos Elíseos y los Jardines de las Tullerías)
Puente de Alejandro III (Entre los Inválidos y el Petit y Grand Palais)
Campos Elíseos (Champs de Mars) y Torre Eiffel
Metro: M° École Militaire, línea 8
Día 3: viernes
30 de enero


**Algo que no hice bien fue comer al terminar el museo, ya que me podía haber quedado sin almuerzo, pero curiosamente acerté con un restaurante que estaba justo en frente del museo, y aunque hay quien lo tilda de engañaturistas, lo cierto es que mi plato estaba bien cocinado y bien de precio. En Le Royal Orsay tienen menú del día y gran variedad de platos, yo me pedí un pescado con espinacas en una sartencita si no recuerdo mal, y para comer algo que no sea sándwich, bocata o sucedáneo no se le puede mirar el diente a gastar entre 15 y 18 euros por persona.
No os dejéis engañar, Montmartre está muy lejos, así, tras
la sobremesa el viaje en metro sentada se me hizo una delicia, y a la llegada a
este precioso barrio fui directa a Sacre Coeur para subir rápido las escaleras,
que se muestran más hostiles de lo que realmente son (y lo dice alguien con
condromalacia rotuliana). Para evitar riesgos tenéis el funicular, pero a mí
particularmente me parece un gasto absurdo en mi situación.
No hace falta decir nada de la basílica, ya que se vende por sí sola, son tantas las escenas grabadas aquí, y tiene unas vistas tan exquisitas todo el año que es un must dejarse las rodillas en subir. Por dentro es igualmente bella, pero al igual que en Notre Dame y en la Sainte Chapelle, da bastante pena ver cómo hacen negocio descaradamente en su interior con la venta de libros, medallas y un largo etcétera.
Como era de esperar, al caer la noche el callejeo estaba servido, y también bajar a hacer la foto de rigor frente al Moulin Rouge, que poco tiene del original, y nada de lo que vende el cine. Lo más llamativo es ver que las calles están plagadas de sex shops y de librerías-cafeterías, además de pequeñas galerías de arte y tiendas de ropa vintage, que queda muy bien decirlo, pero no es otra cosa que tiendas de segunda mano, pero en francés queda très chic decirlo.
No hace falta decir nada de la basílica, ya que se vende por sí sola, son tantas las escenas grabadas aquí, y tiene unas vistas tan exquisitas todo el año que es un must dejarse las rodillas en subir. Por dentro es igualmente bella, pero al igual que en Notre Dame y en la Sainte Chapelle, da bastante pena ver cómo hacen negocio descaradamente en su interior con la venta de libros, medallas y un largo etcétera.
Como era de esperar, al caer la noche el callejeo estaba servido, y también bajar a hacer la foto de rigor frente al Moulin Rouge, que poco tiene del original, y nada de lo que vende el cine. Lo más llamativo es ver que las calles están plagadas de sex shops y de librerías-cafeterías, además de pequeñas galerías de arte y tiendas de ropa vintage, que queda muy bien decirlo, pero no es otra cosa que tiendas de segunda mano, pero en francés queda très chic decirlo.
De nuevo la info:
Museo de Orsay
Museo de Orsay
Metro: Solferino,
línea 12.
RER: Musée d´Orsay, línea C.
Montmartre:
Funicular de Montmartre
Metro: Anvers, línea 2; Abbesses, línea 12; Pigalle, líneas 2 y 12; Blanche, línea 2.
Montmartre:
Funicular de Montmartre
Metro: Anvers, línea 2; Abbesses, línea 12; Pigalle, líneas 2 y 12; Blanche, línea 2.
Día 4: sábado
31 de enero

Para ir a
las catacumbas hay que madrugar y ponerse a la cola a las 9 o antes si no
queremos que se nos vaya la mañana entera. A las 10:00 horas abren las puertas
de martes a domingo y a las 16:00 horas se cierran.
A eso de las 11:45 ya estaba fuera preparada para
continuar con el día, siendo lo próximo la visita guiada gratuita a Notre Dame para españoles a las 14:30 (como todos los sábados). No me quedé con mucha idea
de qué asociación lo organizaba, pero la guía era una señora mayor española y
muy devota que nos explicó lo más relevante del exterior e interior
del templo. Aunque yo llegué unos minutos tarde y me pude acoplar al grupo, se
recomienda que estéis frente a la portada principal de la catedral 10 minutos antes (no esperando en la cola). Tras dar la “voluntad” para la
asociación se puede estar en la catedral todo el tiempo que se desee.
Mi falta de consideración con la guía se debió a que me
perdí por el Marché des Enfants Rouges, que en mi opinión no tenía NADA de
especial, cuando esperaba encontrarme algo más variopinto como el mercado de
Naschmarkt en Viena.
**Aquí llega el momento de recomendación que todos estabais
esperando, un pub con buenas vistas, crepes, cócteles y un buen servicio en mesa,
además tiene terraza para los fumadores. El sitio se llama Le Nul Part Ailleurs
y está frente a Notre Dame y fue tal la experiencia y el trato del camarero
silbiditos happy que tuve que volver a contagiarme de ese espíritu en una
semana gélida y gris. Dirección: 3 rue du Haut Pavé.
**También os recomiendo, sólo si sois fanáticos de las
librerías y no vais a ir cual japoneses con réflex en mano, Shakespeare & Company, también al lado de la catedral. Son tantos los personajes ilustres que
han pasado por allí que siempre está hasta los topes, y son numerosas las
firmas de libros que allí se celebran, así como otras reuniones. Aunque el
sitio es precioso, con sus libros nuevos, y no tanto, sus fotografías en sepia
y su piano desconchado, en mi opinión se ha perdido la esencia bohemia, y ahora
es un refugio de hípsters instagramers. Dirección: 37 rue de la Bûcherie.
Tras esto, no contenta en mi afán de conocerme toda la ciudad
(materialmente imposible, ni siquiera realizable con 20 visitas) me dirigí a un
nuevo lugar. Fue una pena pero apenas llegué a atisbar la Plaza de los Vosgos, la
plaza residencial más antigua de París y uno de los lugares más elitistas con
galerías de arte bajo sus soportales. Quise entrar a la Casa de Victor Hugo,
que era gratis, pero no me dio tiempo más que a pasear en la penumbra alrededor
del parque, ya cerrado.

Catacumbas (Avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy, 1).
Metro: Denfert-Rochereau, líneas 4 y 6.
RER: Denfert-Rochereau, línea B.
Metro: Denfert-Rochereau, líneas 4 y 6.
RER: Denfert-Rochereau, línea B.
Autobus: líneas 38 y 68.
Tour
de Notre Dame
Metro: Saint-Michel / Saint-Michel - Notre-Dame
Casa de Victor Hugo (en el número 6 de la Plaza des Vosgues)
Metro: Bastille,
líneas 1, 5 y 8
Saint Sulpice
Metro: Saint-Sulpice,
línea 4.Saint Sulpice
Día 5: domingo
1 de febrero
Aprovechando que los domingos, como ocurre en Madrid, son
muchos los museos que se abren gratuitamente a los turistas, fue el momento de echarle
los dos ojos al Louvre.
Tengo que decir que o soy muy torpe o estaba muy mal
señalizado a la salida del metro, y a las 9 de la mañana con la fresca que hacía
no se veía a mucha gente por la calle para preguntar por la dirección. Se
recomienda ir bien abrigados para que no cojáis una bronquitis esperando en la
cola, pensad que estáis totalmente a la intemperie y no tenéis nada que frene
el viento o la lluvia.
Me quedaron muchas obras por ver, pero era tan grande el palacio y tanta la información asimilada que el agotamiento mental y físico fue terrible. Pese a ello, hubiera sido pecado no haber acabado la tarde con la Sainte Chapelle, que se encontraba tan cerca.
Si tienes entre 18 y 25 años y eres de la UE, la entrada a
la Sainte Chapelle es gratuita, pero si eres la última de la cola de ese día
(verídico) y vas acompañada, igual tenéis suerte y entráis todos sin pagar.
Estaba temiendo que no me diera tiempo a ver la obra más colorista del gótico,
porque en invierno el último pase es a las 17:00 horas y me coloqué a la espera
no sé si una hora antes, el caso es que casi me peleo con una abuela holandesa
que se estaba colando descaradamente. En estos casos, paciencia, yo aguanté una
hora bajo la lluvia y con ráfagas de viento, y os puedo decir que mereció la
pena ver tal preciosidad.
Museo
del Louvre
Metro: Palais-Royal
- Musée du Louvre, líneas 1 y 7.
Autobus:
líneas 21, 24, 27, 39, 48, 68, 69, 72, 81 y 95.
Sainte Chapelle
Metro: Cité,
línea 4.
Autobus:
líneas 21, 27, 38, 85 y 96.
**Briconsejo del día: En domingo
también podréis aprovechar para conocer el Centre Pompidou, que me quedó por
ver, y atención porque desde la terraza de su cafetería se puede ver todo el
skyline, gratis y con vistas si no iguales, mejores que desde la Torre Eiffel o
la Torre Montparnasse.
Día 6: lunes
2 de febrero
Tristemente,
este día sólo dio para ducharse y vestirse, desayunar y correr hacia el
aeropuerto, ya que el vuelo salía a las 13:00 horas.
Como veis, un viaje conmigo es una paliza asegurada,
pero creo que el balance acaba siendo positivo, eso sí, todavía no he conocido
lo que es no madrugar o no patearme el sitio en cuestión de cabo a rabo.
Para la próxima escapada a París ya tengo pensado
alguno de los sitios que quiero visitar, cuando lo realice ya os sorprenderé,
os lo prometo ;). ¿Me contáis vuestra experiencia por esta maravillosa ciudad?
¿Se me olvida algún lugar a destacar? Me encantaría conocerlos, espero vuestros
comentarios.
De esta experiencia he aprendido que Francia sabe vender sus productos, aunque luego muchos resulten decepcionantes, pero en el marketing turístico y explotar el cine a su favor son expertos. En parte considero que España debería aprender mucho de esto, pero egoístamente creo que mi ciudad y mi país en ese sentido se mantiene más auténtico, o quiero creer.
De esta experiencia he aprendido que Francia sabe vender sus productos, aunque luego muchos resulten decepcionantes, pero en el marketing turístico y explotar el cine a su favor son expertos. En parte considero que España debería aprender mucho de esto, pero egoístamente creo que mi ciudad y mi país en ese sentido se mantiene más auténtico, o quiero creer.
Espero que os haya gustado, en breves alguna de mis
aventurillas por Madrid. ¡Agur yogur!
París, la ciudad del amor. ¿Es mejor ir acompañada, no? Yo, como tu fui sóla y no me lo pasé muy alla.
ResponderEliminarYo fui acompañada, aún así se puede ir a cualquier destino con o sin acompañantes, sólo hay que saber gestionarse el tiempo y adaptar los planes.
ResponderEliminarah Vale! Como hablabas en primera persona del sinular y en otros viajes que te he leido no pense que fuiste sola. Pues vaya caminatas que metes a tus acom,pañantes!
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