En esta tarde de domingo os
propongo una actividad para romper con el tedio con palomitas y una buena
historia de cartelera, ver Lincoln, la última película de Steven Spielberg,
estrenada el 18 de enero en España. Este film está dando y seguirá dando mucho
que hablar en los Globos de Oro, y por supuesto los Academy Awards, o lo que es
lo mismo, los Oscars.
La enmienda propuesta para
acabar con la esclavitud por Lincoln en 1865 en principio es sólo apoyada por
unos pocos estados, pero tras muchas negociaciones se acabará implantando ese
mismo año. Para llegar a ese término la paz
pactada con los estados rebeldes sureños o confederados será un paso complicado
y un asunto espinoso.
El presidente será asesinado
poco después del fin de la guerra, por lo que será aún más digno de recordar si
cabe.
La Guerra de Secesión y la abolición de la
esclavitud son unas de esas páginas de la historia que siempre serán recurrentes
para Hollywood, y que nunca pasará al olvido.
Con un tremendísimo Dany-Day
Lewis creemos conocer la intrigante personalidad de Abraham Lincoln, para mí
una de las personas más determinantes en la historia de la humanidad, y cuya
huella me ha inspirado en mi forma de ser. Desde luego un 10 para el actor y para el director, aunque no son las únicas estrellas en el equipo, Tommy Lee Jones y Sally Field son otras caras que podemos encontrarnos en la pantalla.
Si buscáis acción y una
película bélica, esta no es lo que buscáis, pero si queréis conocer el trabajo
de cámara y el esfuerzo de Lincoln, no se ha hecho ningún otro largometraje
antes tan fiel o cercano a su vida íntima.
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