sábado, 28 de septiembre de 2013

Londres Septiembre´13

No se puede ir dejando de lado el blog, que luego cuesta retomarlo muchísimo, y tengo muchas cosas que contar desde la última vez. Para no adelantar acontecimientos, que luego me tomo mi tiempo para volver a escribir, hoy sólo os voy a contar mi viaje a Londres del 11 al 16 de septiembre, que no es poco para una entrada.
Para empezar, he de decir que no era la primera vez que iba a la capital británica, ya había visto unas cuantas cosas, pero siempre a prisa, y sin saborear muy bien lo que estaba viendo. Esta vez tampoco es que me haya tomado mucho tiempo en cada sitio al que he ido, pero he sabido elegir los lugares que más me interesaban, y entre los días de lluvia, que era septiembre y había menos turistas, el clima era más bien relajado.
Todo el viaje lo organicé yo, aunque fui con mi pareja, pero me encanta hacerlo yo, y además que me viene bien para un futuro, cuando trabaje en una agencia de viajes. Sólo hay que echarle un poco de tiempo e ilusión.
El vuelo lo cogimos con Rumbo, y volamos con Iberia desde Barajas, aunque los billetes los vende British Airways como ya sabréis. La ida y vuelta nos salió a 150 euros, llevando los dos bolsa de mano y una maleta, mochila y bolso colgados, y sin problemas, no como con otras compañías que te cobran por respirar, eso si, con  el billete "más barato". Por supuesto llevabamos algo de dinero en efectivo, yo sólo pedí 100 libras en el Santander, y me hicieron el cambio a 0.8 aproximadamente, así que no fue muy caro. Nada más llegar pagamos el billete de metro hasta donde nos hospedábamos, Hammersmith, que estaba bien conectado con Heathrow y a 20 minutos del centro. El precio del billete fue de 5, 50 libras, y la travelcard para 7 días (sólo hay de 1,5 o 7 días) fue de 40 libras.
El hotel, de 3 estrellas cumplió con lo que se esperaba de él para 5 días de estancia: habitación doble y baño con ducha, lavabo y váter, desayuno incluido y buen servicio. Os invito a que lo conozcáis si vais a Londres, pues la mayoría de los hoteles/hostales son casas del año 10 reconvertidas, y que distan mucho de lo que se espera de un alojamiento de calidad. El precio al que nos salió fue a 380 libras aproximadamente. Os dejo el link del hotel :), el Saba:
http://www.booking.com/hotel/gb/saba-london.es.html
Pd: aunque mucha gente se queja de que no le pusieran el edificio principal, el edificio secundario no tiene ninguna pega, lo único, que sepáis que no tiene ascensor, por lo que espero que os toque en la primera planta. Está próximo a unas vías de tren del metro, pero no impide dormir por las noches, además que a las 12 cierra el metro.

Ahora bien, vamos con el plan de las excursiones:

El miércoles nada más llegar y dejar las cosas en el hotel, acuciaba el hambre, y no eran ni la 1, así que apetecía probar algo de la zona. El wagamama es una cadena de restaurantes tipo Wok, con precios asequibles y platos atractivos, so there we go!
Udón de jenjibre y lima
Pollo al curry con arroz y ensalada
Y ya con el estómago lleno no ibamos a desperdiciar el día descansando en la habitación, así que la primera parada fue el Natural History Museum, un sitio increíble, no sólo por lo que alberga, si no por la propia arquitectura del edificio. Este museo es una visita OBLIGADA si vas a Londres, y no os preocupéis, porque se ve en hora y media, tampoco hay que pasar el día allí. Por cierto, por si no lo sabíais, la entrada a cualquiera de los museos es gratuita :).
Como Harrods quedaba a tiro de piedra y nunca pude pasarme las anteriores veces que estuve en la ciudad, me pareció una buena idea. Choca la idea de los centros comerciales en España, y ver cómo los ingleses le dan un toque de glamour y distinción a todas sus tiendas. Si queréis algo de papeo no es muy caro, pero si compráis dulces, ropa o cualquier otra cosa, os arruinaréis, mejor no mirar los precios.
Harrods

El jueves apetecía ir a Hyde Park y al British Museum. Lloviznaba y había preparado un maratón en el parque (no sé cómo lo hago pero siempre voy el día que los organizan u.u), lo bueno es que no había mucha gente paseando, sólo gente corriendo. Como no conocía Carnaby Street ni Covent Garden dimos una vuelta por allí y aprovechamos para ir a comer a Wahaca, una cadena de restaurantes mexicanos bastante auténticos, en el cual esperaba comer insectos, pero para mi desgracia, en ese local no lo hacía, y además ya no servían desde agosto :(. Aun así, la comida deliciosa, aunque acabé saturada para una tarde de museo. Nosotros elegimos una selección de platos del restaurante por 20 libras, sin incluir la bebida.


En el British sí que se encontraba gente, sobre todo japoneses en hordas. El museo fue espectacular por la importancia de sus obras, pero como dije con el Natural History Museum, no hace falta echar el día, hay que saber dónde pararse a mirar y de qué pasar. Me quedo con las momias egipcias y los murales de piedra del período asirio.

Y por fin llegó el día que más deseaba, y es que mirando por Internet un día descubrí que se hacían visitas guiadas al cementerio de Highgate, y sí, soy una loca de los cementerios, pero sobre todo loca de amor por este, su historia, su ubicación y su impresionante arquitectura. Las excursiones tenéis que contratarlas con antelación, porque parece que no, pero se venden todas. Todos los días de lunes a viernes se hace el tour guiado a las 13.45 con un guía, muy agradable y muy brit por cierto, pero eso sí, las explicaciones las da en inglés. Los sábados tienen varios horarios. Os dejo el link para las reservas.

http://www.eventbrite.co.uk/org/2895228721

Lo llamativo de este cementerio es que se encuentra lleno de vegetación, con unas hermosas esculturas de ángeles y cruces celtas. Los mausoleos no tienen parangón, pensad que se empezó a construir en el siglo XIX siguiendo el modelo victoriano, y la gente que allí era enterrada eran la élite de la época, por lo que no reparaban en gastos. Caben destacar la avenida egipcia del cementerio oeste, y la tumba de Karl Marx en el cementerio este.



Como el horario es un poco complicado para comer, lo que hicimos fue ir primero a Baker Street a ver el museo de Sherlock Holmes, y hacer la foto de rigor, pero por esa zona había poco que ver, así pues con las mismas nos fuimos a Camden, que nos venía bastante bien para luego ir al cementerio. Aunque personalmente siempre me apetece dar una vuelta por Camden, considero que ha perdido toda la gracia, convirtiéndose en otro sitio de turisteo, cuando originalmente era un lugar bastante alternativo y cosmopolita. Después de ir de tiendas fuimos a comer algo para llevar, más pollo curry, aunque no estaba ni la mitad de bueno que en cualquier restaurante, era bastante barato.

Al final nos pilló la hora y tuvimos que salir corriendo, cogimos el metro hasta Archway, desde donde teníamos que coger un autobús para cuatro paradas hasta la zona más cercana al cementerio, y una cosa que no había previsto, atravesar un parque para dar finalmente con el sitio. Mi recomendación es que vayáis con tiempo, no como nosotros (la culpa fue mía, Camden me absorbe >_<), el guía y la conserje nos esperaban en la puerta, pero por suerte, no eramos los únicos en llegar tarde.

El día fue muy interesante, pero muy cansado, acabamos volviendo al hotel casi a las 6 de la tarde, ya que después de la visita guiada nos fuimos a la parte este a ver el resto de tumbas, y ver al señor Marx. 
En vez de irnos a dormir, tuvimos la maravillosa idea de ir al Electric Dreams a una sesión de música ochentera, y no sólo no encontramos el local (los ingleses ponen los números de las calles al tuntun), si no que nos cayó todo el chaparrón, que acabamos caladísimos, y lo único que encontramos fue el McDonald de turno abierto. Para el colofón, los taxis no paraban, y la gente no tenía ni idea del sitio por el que preguntábamos, tanto es así que el mismo puerta de la discoteca nos dijo que no era allí, y nos tuvo dando vueltas una hora...Un taxista se compadeció de nosotros y nos llevó de vuelta al hotel por 35 libras, un horror de noche vamos.

Al día siguiente no teníamos muchos planes, sólo salir de noche con una amiga que vive en Inglaterra y conocí la vez primera que fui allí para estudiar. Fuimos tranquilamente a Camden, a ver ropa con más calma, y esta vez comimos en condiciones, sentados en un restaurante. Personalmente, es el restaurante más auténtico y raro en el que he estado, el Shaka Zulu, un oasis de tranquilidad en medio del frenético Camden. La comida es sudafricana, y todo lo que alcance tu vista, tanto las paredes, como las mesas, las sillas, el techo... está trabajado en madera con tal esmero que podría pasar por un museo étnico. El restaurante consta de dos plantas y tiene colosales dimensiones.
Me moría de ganas de ir a este restaurante que descubrí hace años, no sólo por probar el estilo de comida sudafricana, si no también para probar diferentes carnes a las que no estamos muy acostumbrados. A modo de snack nos sirvieron una especie de fuet de búfalo, algo seco pero rico, y para continuar nos pedimos un entrante de cocodrilo, algo así como unos rollitos de primavera, muy sabroso (sabía a pollo).

Brochetas de pollo con albaricoque y salsa de melocotón

Pastel de carne con  basmati especiado y salsa de melocotón

A la noche salimos al Slimelight, la discoteca gótica por excelencia, y pese a todo el renombre que tiene, me pareció que la música que pusieron era para amansar a las ovejas, y ya es decir. Pero fue una buena ocasión para ver a mi amiga.

El "último día en la ciudad" nos dispusimos a ver la Torre de Londres, más que nada porque es de esos sitios que tienes que ver aunque sea de pasada cuando vas varias veces a la misma ciudad. El precio de entrada es bastante caro para lo que ofrece, entiendo que sea elevada por las joyas de la corona, la seguridad, etcétera, pero se suben mucho. La entrada nos costó 40 libras para dos adultos, y la compramos con antelación por la web, y creedme cuando os digo que se ve en hora y media.
Una vez salimos de allí, quedamos con mi amiga y otro amigo suyo para ver la iglesia de Saint Dunstan Hill, cercana a la parada de The Monument. Es un sitio muy especial, pues jamás la vereis incluida en un catálogo o en una guia de cosas para ver por la ciudad. Me topé con ella mirando por Internet sitios abandonados o medio derruidos, y de ahí su belleza, una iglesia gótica que fue consumida por las llamas en el gran incendio de 1666, y posteriormente por un bombardeo en 1941. Pese a ello, parte de la arquitectura se conserva intacta, y la vegetación encuentra en ella cualquier rincón para crecer.



Para acabar el día fuimos a cenar a un restaurante estilo hindú en el que servían insectos, lo que no sabíamos es que estaba cerrado, así que medio moribundos de andar y correr de un lado a otro, llegamos a Chinatown en el Soho, y nos clavaron en un restaurante muy céntrico, pero muy caro para comer lo mismo que en Madrid.

Nuestra aventura termina en Heathrow el lunes 16 de septiembre con una larga y exhaustiva revisión de la maleta donde llevaba un desodorante, y un yogur en el bolso. Nos dejaron tan poco tiempo para comer en el aeropuerto antes de volar que engullimos la comida del Giraffe, una cadena muy Vips, pero con comida étnica. Pedimos un plato mediterráneo-griego con hummus, falafel... y unos nachos. Bueno, bonito y barato.

Ya sé que esta entrada es muy extensa, pero espero que os haya dado una idea de que Londres no es sólo el Parliament, el Big Ben y el London Bridge, y os anime a buscar sitios nuevos que guardar en vuestra retina. Ha sido una experiencia genial, aunque hemos descansado poquito y las piernas se resienten de tanto andar, pero si quereis hacer un turismo activo y no subiros a un autobús que os haga el tour, es lo que hay que hacer, moverse.
Espero que os haya gustado, y espero contaros pronto muchos otros viajes más.
¡Nos vemos!

lunes, 8 de julio de 2013

El genocidio armenio, el nunca contado en los libros

Después de tomarme unos meses de descanso con el blog, entre exámenes, trabajos y demás preocupaciones, creo que es hora de volver a ponerlo en marcha con energías renovadas. Trataré de contar todo lo que he ido haciendo este tiempo, además de las exposiciones que vea, y los viajes y actividades que tengo programados para el verano.

Empezaré hablando de un documental que mezcla música e historia, y cómo la letra de las canciones puede mover masas y concienciar acerca de hechos que no aparecen en los libros. De víctimas de masacres que no son reconocidas como tal porque a los gobiernos no les interesa.

Ayer por la tarde, investigando en Internet  sobre System of a Down, uno de mis grupos favoritos de Nu metal- porque escucho de todo- , me he topado con un documental en el que Serj Tankian, su cantante, y el resto de los miembros, explicaban los orígenes de su familia y la relación con las letras de sus canciones. Y diréis, ¿qué pinta esto en tu blog? Pues bien,  todos integrantes del grupo provienen de familias armenias que vivían en la región de Anatolia, en Turquía, a principios del siglo XX.

El pueblo armenio era cristiano y en algunos pueblos constituía la mitad de la población. Lo que mucha gente no sabe, es que en el año 1915 allí se iniciaría un genocidio que terminaría en 1923, y que nunca ha sido reconocido por países como Estados Unidos y Reino Unido,  y por supuesto, por Turquía, lo cual es inconcebible.

En el vídeo se recogen los testimonios  de los abuelos de los integrantes del grupo,  supervivientes al genocidio, así como el intento de sus nietos por llegar al Senado y al público con un mensaje claro, esto no puede seguir ocultándose.

Me llama la atención que el mismo Hitler dijera “¿quién se acuerda de los armenios?”, ese podría ser el resumen del film.

System of a Down es después de The Beatles, la primera banda en alcanzar dos veces la cima de ventas de álbumes en Estados Unidos en el mismo año, con Mezmerize e Hypnotize, y en ello ha ayudado mucho las polémicas letras en contra de la guerra de Irak y Afganistán, la sociedad consumista y el falso estandarte de libertad que los Estados Unidos se empeña en vendernos.
Os guste o no la música de SOAD, viene bien conocer la historia de primera mano con este documental, espero que os sea de interés.

Os dejo el enlace:


domingo, 27 de enero de 2013

Lincoln, repaso a la historia de los Estados Unidos


En esta tarde de domingo os propongo una actividad para romper con el tedio con palomitas y una buena historia de cartelera, ver Lincoln, la última película de Steven Spielberg, estrenada el 18 de enero en España. Este film está dando y seguirá dando mucho que hablar en los Globos de Oro, y por supuesto los Academy Awards, o lo que es lo mismo, los Oscars.

La enmienda propuesta para acabar con la esclavitud por Lincoln en 1865 en principio es sólo apoyada por unos pocos estados, pero tras muchas negociaciones se acabará implantando ese mismo año. Para llegar a ese término  la paz pactada con los estados rebeldes sureños o confederados será un paso complicado y un asunto espinoso.

El presidente será asesinado poco después del fin de la guerra, por lo que será aún más digno de recordar si cabe.

La Guerra de Secesión y la abolición de la esclavitud son unas de esas páginas de la historia que siempre serán recurrentes para Hollywood, y que nunca pasará al olvido.

Con un tremendísimo Dany-Day Lewis creemos conocer la intrigante personalidad de Abraham Lincoln, para mí una de las personas más determinantes en la historia de la humanidad, y cuya huella me ha inspirado en mi forma de ser. Desde luego un 10 para el actor y para el director, aunque no son las únicas estrellas en el equipo, Tommy Lee Jones y Sally Field son otras caras que podemos encontrarnos en la pantalla.

Si buscáis acción y una película bélica, esta no es lo que buscáis, pero si queréis conocer el trabajo de cámara y el esfuerzo de Lincoln, no se ha hecho ningún otro largometraje antes tan fiel o cercano a su vida íntima.

miércoles, 9 de enero de 2013

Auto regalo: Crónicas de Jerusalén de Guy Delisle


Pocas cosas hay como la satisfacción de regalarse algo de vez en cuando, y más si es algo de provecho. Estas navidades decidí regalarme un par de películas y este libro como regalo navideño y por mis notas en el grado :). El libro del que os hablo, y os presento, aborda la situación que se le presenta a un ciudadano canadiense al acompañar a su esposa a Israel a trabajar para una ONG, será en Jerusalén donde residirán durante un año con sus dos hijos. Un año será más que suficiente para estudiar las diferencias sociales y culturales entre judíos y musulmanes que les lleva al enfrentamiento desde hace más de un lustro, dejando dos intifadas y cientos de muertos por el camino.

El trazo ágil del autor y su sentido del humor toca con maestría los conflictos, quitándole hierro al asunto y sin faltar nunca al respeto. Lo cierto es que con este libro, aunque habrá quien lo vea presuntuoso y parcial, se postura neutral en este campo de batalla, y va desvelando las armas de cada bando.



Es posible que cuando acabe el libro su pensamiento cambie y se vea determinado a opinar y juzgar. Por mi parte, ya había leído bastante y conocía los antecedentes, por lo que muchas cosas de las que se hablan en el libro no me pillan de nuevas, es por eso que recomiendo investigar previamente noticias en los periódicos y una vez ubicados, tomar la historia con más seguridad. En cualquier caso, esto no es imprescindible, y  es una sugerencia mía, que bien se puede saltar, ya que no es necesario ser un experto en los problemas de Gaza, y el cómic se ha hecho comprensible a todo el mundo.

Tengo que reconocer que para no ser asidua en la lectura de cómics  este me ha llamado extremadamente la atención, al salirse de la ciencia ficción tan habitual, para acercarnos la historia y una dura crítica social.
Estuve buscándolo de segunda mano, y tras el fallido intento, vi que el precio más barato es de 24 euros en Amazon.

Resumiendo, si tenéis dinerillo de estas navidades, y queréis invertirlo en una lectura diferente, esta es una opción más que muy recomendable.

Tapa dura, 333 páginas.

¿Tenéis opiniones al respecto? ¡Comentad!

jueves, 3 de enero de 2013

Paris viene a Madrid con Jean Paul Gaultier y el Centre Pompidou


Buenas noticias, la cultura es gratis. Ayer, para romper con la resaca de las fiestas, me decidí a hacer turisteo y visitar un par de exposiciones con un amigo para alimentar a la materia gris, teniendo en principio intención de dejarme caer por la Fundación Mapfre antes de que se echara el cierre a la exposición de Jean Paul Gaultier, y como guinda entrar al Thyssen a ver las joyas exóticas de Gauguin. Pues bien, debido a que mi economía no está muy bullante, me dispuse a entrar a la Fundación Mapfre y nada más.

El día acompañaba bastante para coger la mochila, el bocadillo, y disfrutar de la cultura madrileña, aprovechando que algunos ya tienen que ir al trabajo, así pues, madrugando un poquito y poniéndose a la cola, nos evitamos hordas de estudiantes y guiris.

La señorita de las entradas nos comentó a mi amigo Damián y a mí que había pases para dos exposiciones, la de Gaultier y otra, Retratos del Pompidou, que ambas eran bien amenas, y gratis, que claro, en estos tiempos, tiene mucho peso en la decisión, y me parecía una buena opción.

Empezando por los retratos, tengo que reconocer, que no tenía ni idea de las piezas que se iban a exponer, pero sí que había leído buenas críticas, y en principio no me llamaba la atención el ir a verlas porque me sé casi de memoria el Reina Sofia, y no quería repetirme. Fue todo un fallo si quiera pensarlo, pues en primer lugar hablamos del gran Centre Pompidou de París, el cual se me antoja un poco lejano, y en segundo lugar, tiene la vital importancia de que recoge toda aquella vorágine creativa que se gestaba a principio de siglo XX en la capital francesa. Podemos nombrar genios como Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, el inquietante Francis Bacon, el español Juan Gris o el inconfundible Fernand Léger como los platos fuertes, pero encontramos muchas otras obras pictóricas y escultóricas que abarcan las vanguardias desde su nacimiento, hasta la década de los ochenta.

Continuamos la visita con el diseñador francés, conocido por vestir a Madonna con sus corsets de pechos apuntados, y por llevar el estilo marinero a las pasarelas. Ya estaba enterada de que los modelos de Jean Paul se encontraban en Recoletos, pero cuando realmente me interesé por ir a verla, fue tras un reportaje que se emitió en Informe Semanal, el cual os dejo más abajo, gracias al cual descubrí entre otras cosas que trabajo mucho con Almodóvar, y que introdujo la falda para hombre. Si algo llama la atención de este modisto, es su ingenio y su humor, el cual puede reconocerse en las prendas, y en los medios audiovisuales utilizados. Chapó a este caballero, pues hoy es famoso en el mundo entero, es una de las figuras más determinantes del siglo XX y XXI en cuanto a la moda se refiere, y ha trabajado con artistas y modelos de la talla de Miles Aldridge, Sølve Sundsbø, Kate Moss, Naomi Campbell  y Lady Gaga. Pero sobretodo un aplauso por haber dado un giro a lo convencional y aburrido y haber apostado por lo genuino y lo transgresor.

Espero que toda esta parrafada que os he escrito, os haya abierto boca, y ahora, ansiosos por verlo con vuestros ojos, vayáis a la Fundación Mapfre, donde continuarán estas exposiciones hasta el 6 de enero, así que este domingo, unos al futbol y otros a Paseo de Recoletos 23.

Os dejo el link de Informe Semanal, y también las páginas de la Fundación Mapfre con visita virtual, muy interesantes:







Os recuerdo que ambas son de entrada libre, tenéis audioguías y visitas guiadas. Aprovechad, y hasta otro día :).
Espero vuestras opiniones.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cuando el matrimonio y la vida acaban juntos


Agua es un precioso cortometraje dirigido por Deepa Mehta que nos relata la vida de la pequeña Chuyia, que con tan sólo 8 años es obligada por sus padres a concebir matrimonio con un hombre que se encuentra a las puertas de la muerte. Es tradición en la India que las viudas se recluyan en una casa, exclusiva para mujeres que han perdido a sus esposos, llegados a este punto, olvidarán las pocas libertades que pudieran tener. Los libros sagrados contemplan otras dos opciones, el casamiento con el hermano menor del difunto, o que la esposa del mismo arda con el cuerpo de su marido. Ante tal destino, los distintos personajes con los que se encuentra la niña, reaccionaran de maneras muy diversas, que determinarán a Chuyia en su futuro.



La película se sitúa en 1938, momento en el que en el que Gandhi liderará el movimiento insurreccionista por la independencia de la India de la corona británica, este componente añadirá un trasfondo histórico a la obra, y se verá relacionada con la trama. Este hecho será muy importante porque supone un acercamiento entre las diferentes castas por un bien común, la libertad.

No recuerdo cómo llegué a conocer esta película, creo que un profesor nos la puso en clase en Bachillerato, el caso es que hoy por hoy no he encontrado un film que me resulte más dramático, y sí, podría decir que es una de mis favoritas, si no la que más. La recomiendo encarecidamente (pese a que se hace un poco lenta), pues nos acerca a una realidad que aunque parezca lejana y obsoleta, es una tradición que podemos seguir encontrando en muchas partes del subcontinente indio. 

“No se trata de lo que hemos perdido, se trata de lo que nos queda”



Después de las comilonas navideñas, conviene pararnos a pensar en ciertas cosas que solemos dejar pasar, como el consumo desmedido de agua en los países del primer mundo, o la deforestación de nuestro pulmón verde, el Amazonas, para proveernos de todo ese papel que consumimos de manera irresponsable y no reciclamos.

Cuando se habla del fin del mundo, del que tanto se ha comentado estos días, se comete un gran error de interpretación. Los mayas ya advertían que el hombre se expondría a calamidades, que nos harían retroceder, más no se trata del fin del mundo, sino de un cambio de era, reflexionar para la supervivencia.

La tendencia a la ambición del ser humano nos ha llevado a conquistar cualquier punto de nuestro planeta y explotarlo a nuestro antojo, creyendo así que el mundo ha sido creado para nosotros. No es sino la mano del hombre la que está acabando con los recursos de Gaia, el agua dulce, tierra fértil para el cultivo, ciertos minerales, pero lo más preocupante es que estamos destruyendo millones de especies animales y vegetales, cuando la población mundial, lejos de sostenerse, se ha triplicado en las últimas décadas. Esta etapa venidera exige cambios rápidos y ávidos que si no podrán parar el proceso de destrucción, minimizarán los daños.

Quizás hayamos oído que existe un barrio de casas ecológicas que explotan la energía solar en Friburgo, o que Costa Rica renunció a tener un ejército para destinar los gastos militares a preservación de su valiosa naturaleza… o quizás no, pero son realidades que existen y se nos escapan.

El documental que os vengo a presentar hoy, HOME, estrenado en los cines y en Youtube en 2009 tiene una duración de 118 minutos, y ha sido traducido a gran cantidad de idiomas para llamar a la conciencia de todos sobre la situación de la mama tierra. Este film nos emocionará con sus imágenes, paisajes en los que cualquiera desearía estar, y se nos cae la lagrimita de pensar que pudieran desaparecer, y su mensaje es claro, se nos acaba el tiempo, se trata de actuar o perecer.
“De nosotros depende escribir la continuación de nuestra historia. Juntos”

Sin más dilación os dejo el link de la película en castellano, disfrutadla: